Desde hace tres semanas estamos en cuarentena acá en nuestra bella ciudad, la primera semana fue a voluntad, luego ya ha sido obligatoria y desde entonces muchos habremos experimentado diferentes tipos de emociones, desde el miedo, el aburrimiento, hasta la histeria. ¿Cómo podemos hacer de este tiempo un tiempo productivo, de tranquilidad y crecimiento?
Pues aquí te van unas sugerencias:
1. Trata de prepararte lo mejor posible para todo, dentro de tus posibilidades:
Es cierto que esto nos ha tomado de sorpresa a muchos, sin embargo dedicar tus esfuerzos y recursos a prepararte lo mejor posible para estar dentro de tu casa hasta nueva orden, te apoyará en presentar un carácter mucho más calmado pues tienes lo que necesites en casa. No tiene que parecer un supermercado o farmacia tu casa por la variedad y cantidad de suministros, pero sí trata de contar con lo esencial y básico para poder subsistir y estar cómodo/a.
2. Mantente informado/a pero filtra la información por aquellas que no te producirán un estrés desmedido:
Es importante mantenerse bien informado, pero administra los tiempos y las cantidades de información para que puedas sentirte tranquilo/a.
3. Crea un horario de actividades y trabajo diario:
El tener estructura te va a mantener ocupado/a y lejos de sentirte aburrido/a podrás dedicarte a ejercitarte, trabajar, preparar los alimentos y compartir tiempo en familia. Sé muy disciplinado/a con tu horario y cúmplelo, puedes utilizar las plataformas digitales y redes sociales para apoyarte con otros especializados en el tema o actividad de tu interés. Recuerda reservar tiempo para incluir el descanso, ya que cuando estamos bien descansados podemos pensar mejor y sobrellevar mejor las vicisitudes de la vida.
4. Dedícate a tomar un curso, taller o a reinventarte:
Esta reinvención puede ser física, mental, emocional, intelectual, espiritual o todas las anteriores. Mientras estés ocupado a ser mejor en algo o a mejorarte como persona, no tendrás tiempo para aburrirte y surgirán muchas ideas creativas. Solo ten en cuenta tener un balance y no esperar correr antes de caminar. Es un proceso de poco a poco, "baby steps". Pero sigue adelante y ¡avanza!
5. Dona tu tiempo y habilidades al servicio de otros:
Desde dónde puedas, y siempre y cuando sea de interés para ti, contribuye con otros en lo que puedas, compartir es muy regenerador y esperanzador. No esperando nada a cambio, más que la satisfacción de haber compartido tu conocimiento, tu regalo, desde el amor.
6. Pasa tiempo de calidad en familia:
Si vives en familia, dedica tiempo para jugar juegos de mesa, ver películas, compartir videos caseros o fotografías familiares. Es un tiempo precioso de unidad y calor familiar. ¡Aprovéchalo!
7. Evita comer por ansiedad:
El confinamiento puede hacerte despertar ciertos malos hábitos a la hora de ingerir alimentos, ten presente que tu cuerpo no se estará ejercitando tanto como quisiera o debiera (si es tu caso), por lo que debemos evitar comer en exceso por ansiedad. Trata de estudiar cuáles son las emociones que se están disparando y trabaja en ellas.
8. Ponte al día en todo aquello que siempre te quejabas no tenías tiempo:
Dentro de la casa, organiza closets, escritorios, despensa, etc. Un espacio bien organizado trae paz mental y motivación para ser productivo/a. Si has postergado proyectos, este es el momento para irlos cuadrando, hasta que sea el momento de llevarlo a ejecución; sin embargo, evita la tentación de la postergación y de quedarte anclado/a en la "zona de dis-confort", como le llamo yo para no enfatizar aun más en nuestras mentes la falsa comodidad en la que nos sitúa esta área común, ¡el momento para accionar es ya!.
9. Utiliza las plataformas virtuales para mantenerte conectado/a:
Desde facebook, instagram, zoom o whatsapp; ahora es cuando más uso de aplicaciones y plataformas digitales puedes usar o aprender a usar. Ten una actitud de curiosidad activa y verás que te divertirás mucho aprendiendo y explorando.
10. Trabaja en tu ser interior y en tu espiritualidad:
Dedícate a tomar un tiempo diario o semanal a crecer y fortalecer tu área espiritual; lee, medita, reza, ora. Filtra lo que oyes y ves, que sea de edificación y construya tu ser interior. Ahora más que nunca necesitas estar enfocado en tu área espiritual y confiar en esa fuerza sobrenatural que tiene todo bajo control. Nuestros mayores temores, necesidades e inquietudes presentadas a Dios nos ayudará a caminar más livianos, confiados y tranquilos.
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